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La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta que una dieta poco saludable es el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la obesidad. Precisamente por ello, se recomienda a las personas tener una dieta balanceada, evitando los alimentos que le hacen daño al organismo, y teniendo hábitos alimenticios saludables.
En este artículo te explicaremos qué es una dieta balanceada, qué debes hacer para alimentarte de forma saludable, y cuáles son los hábitos que deberías cambiar para tener una vida más larga y saludable.
En relación a este post, también te recomendamos leer nuestro artículo sobre cómo comer saludable de forma sencilla.
ÍNDICE
¿Qué es una dieta balanceada?
Una dieta balanceada, según Healthline, es un régimen de alimentación con el que se le brinda al cuerpo todos los nutrientes que necesita para funcionar de la forma correcta. Este tipo de dieta se caracteriza por la inclusión de una variedad de alimentos que garantizan el aporte de macronutrientes y micronutrientes al organismo, incluyendo:
- Carbohidratos.
- Proteínas.
- Grasas.
- Vitaminas.
- Minerales.
La idea es que la comida tenga una proporción adecuada de estos nutrientes, para satisfacer todas las demandas del cuerpo y mantener un buen estado de salud. Hay que tener presente que la dieta, además, debe adaptarse a las necesidades individuales de cada persona, que pueden variar según factores como la edad, el género, el nivel de actividad física y las condiciones de salud específicas.
¿Por qué es importante para la salud?
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS en inglés) tiene un artículo en que resalta la importancia de tener una dieta balanceada, y resalta que uno de sus principales beneficios tiene que ver con mantenerse saludable y, en general, sentirse bien.
Al proporcionar los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita, una dieta equilibrada asegura que todos los sistemas corporales funcionen bien. Los carbohidratos, las proteínas y las grasas, por ejemplo, son esenciales para dotar al cuerpo de energía; mientras que otros alimentos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo, e influir en la producción y liberación de ciertas hormonas.
Esto se aplica a todas las edades, por lo que te recomendamos también leer nuestro artículo sobre la alimentación saludable para niños y cómo asegurarte de que obtengan todos los nutrientes necesarios para su crecimiento.
¿Cómo conseguir una dieta balanceada?
La mejor forma de saber qué tipo de dieta se debe seguir para mantenerse saludable es acudir a un especialista en nutrición, quien puede evaluar de manera particular el caso de cada persona y hacer recomendaciones que se ajusten a sus necesidades.
Sin embargo, también hay algunos hábitos que pueden funcionar de manera general. A continuación, te comentamos algunos de ellos, y te explicamos cuál es su impacto sobre la salud.
Consume alimentos de todos los grupos
Para tener una dieta balanceada es esencial consumir alimentos de todos los grupos alimenticios, ya que cada grupo proporciona nutrientes específicos que son vitales para la salud y el bienestar.
Los grupos alimenticios principales incluyen frutas, verduras, granos, proteínas y lácteos, y cada uno de estos grupos contribuye de manera única a la nutrición del cuerpo. WebMD resalta que para que una dieta sea balanceada, debe tener una proporción adecuada de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, además de tener una cantidad de calorías ajustadas a las necesidades de cada persona.
Puedes consultar este post donde hablamos de los alimentos con más vitamina C para más información.
Consume al menos cinco porciones de frutas y verduras al día
El NHS señala que la recomendación de consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día proviene de un plan de alimentación saludable desarrollado por la Organización Mundial de la Salud, en el que se establece que, para tener una dieta saludable, se debe comer al menos 400 gr de frutas y verduras por día.
Esta recomendación responde a un motivo muy claro, y es que las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, lo que no solo asegura que el cuerpo reciba los nutrientes esenciales que necesita para funcionar, sino que puede ayudar en la prevención de ciertas enfermedades.
Cambia los granos refinados por granos integrales
Otra estrategia efectiva para mejorar la calidad de la dieta y promover una mejor salud es cambiar los granos refinados por granos integrales. Los granos integrales se procesan mínimamente, lo que significa que retienen todas las partes esenciales del grano, incluyendo el salvado, el germen y el endospermo.
De manera general se puede decir que, en comparación con los granos refinados, los granos integrales tienen una mayor cantidad de nutrientes. Además, son una excelente fuente de fibra dietética, vitaminas del complejo B y antioxidantes. En relación a esto último, en Bupa tenemos un artículo hablando sobre los alimentos antioxidantes y sus beneficios para la salud, lo tienes disponible en el enlace anterior.
En muchos casos, se suelen recomendar como alternativa saludable para prevenir el estreñimiento y otros problemas digestivos.
Consume proteínas magras
GoodRx Health destaca que una buena parte de las grasas saturadas que consumen las personas proviene de las proteínas que deciden consumir. Alimentos como el tocino, el queso y el pollo frito tienen un nivel muy alto de grasas saturadas, lo que puede afectar negativamente la salud del corazón.
En este sentido, es recomendable consumir proteínas magras, que pueden provenir tanto de fuentes animales como de fuentes vegetales. Este tipo de proteínas son más saludables, ya que contienen poca grasa saturada, y pueden ayudar al cuerpo en el mantenimiento de la masa muscular y la reparación de tejidos, entre otras funciones corporales más.
Incorpora grasas saludables en tus platos
No todas las grasas tienen un impacto negativo sobre el cuerpo, esto es algo que menciona Help Guide en uno de sus artículos, en el que también explica cómo reemplazar las grasas dañinas por grasas saludables.
Estas grasas saludables se conocen como grasas insaturadas, y son saludables porque no solo proporcionan energía, sino que también desempeñan roles cruciales en la absorción de vitaminas, la protección de los órganos y la regulación de la inflamación.
Dentro de las fuentes más importantes de grasas saludables, se incluyen: fuentes vegetales como el aceite de oliva, los aguacates y muchos frutos secos, como almendras, nueces y pistachos; y fuentes animales como los pescados grasos (atún, salmón y trucha).
Controla las porciones
El consumo excesivo de calorías puede llevar al aumento de peso y otros problemas de salud. Si quieres tener un peso saludable, es fundamental controlar las porciones, limitando la cantidad de alimentos que se consume en cada comida o en cada snack o merienda.
La idea es que se ingiera la cantidad adecuada, lo suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales del cuerpo. Pero esto también implica medir la proporción de cada grupo de alimentos, ya que la cantidad recomendada varía en función de cada uno de ellos.
¿Qué tipo de alimentos se deben evitar?
No todo lo que se come alimenta al cuerpo, por ello es importante evitar algunos alimentos que no solo aportan calorías vacías, sino que pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades. Citando el artículo de WebMD que ya mencionamos antes, podemos decir que es recomendable evitar:
- Alimentos ultra procesados.
- Granos refinados.
- Azúcares refinados.
- Bebidas azucaradas.
- Carnes rojas y procesadas.
- Grasas trans y grasas saturadas.
En caso de que no se quieran evitar por completo, se puede limitar su consumo, teniendo presente que son perjudiciales para la salud y que pueden tener consecuencias en el largo plazo.
Importancia de mantenerse hidratado
En otro artículo hablamos sobre por qué es importante el agua para la vida. Aunque al hablar de una dieta balanceada lo primero en lo que pensamos son los alimentos, es necesario tener claro que la hidratación también juega un papel muy importante en el bienestar del cuerpo.
El agua es fundamental para un gran número de procesos corporales, como la digestión y la absorción de nutrientes, la regulación de la temperatura corporal y la eliminación de los desechos del cuerpo. En este sentido, es fundamental consumir abundante agua, y alimentos que contribuyen a la hidratación por su alto contenido en líquidos, como las frutas.
Otros hábitos alimenticios saludables
Además de tener una dieta balanceada, es importante tener otros hábitos alimenticios, como cocinar en casa, leer las etiquetas de los productos que compramos en el supermercado, y limitar la cantidad de azúcar o sal que agregamos a la comida.
Esto nos ayuda a tener más control sobre lo que consumimos, y limita la ingesta de alimentos o productos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud.
Cocinar en casa
Cocinar en casa es mucho mejor que comprar comida en un restaurante, ya que nos permite saber con precisión qué ingredientes se utilizaron, con qué técnicas de preparación se hizo cada platillo, y qué tanto vamos a servir para comer.
Pero no solo son beneficios nutricionales, porque esta también puede ser una actividad que nos ayude a compartir con amigos y familiares, hacer una pausa del trabajo y pasar un momento agradable. Para algunos, también es una excelente forma de ahorrar, ya que es mucho más económico que comer en algún restaurante.
Leer las etiquetas nutricionales
Las etiquetas nutricionales proporcionan información crucial sobre el contenido de nutrientes, las calorías y los ingredientes de los productos alimenticios, lo que nos ayuda a evitar productos que son poco saludables o perjudiciales para la salud.
Leer esta lista puede también nos puede ayudar a identificar la presencia de aditivos, conservantes y otros componentes no deseados en los alimentos, como los azúcares añadidos, el sodio y las grasas.
Reducir el consumo de azúcares y el uso de sal en la comida
Por último, hay que destacar la importancia que tiene para la salud el reducir el consumo de azúcares y el uso de la sal en la comida. Si bien se trata de ingredientes comunes en la mayoría de las dietas, cuando se consumen de forma excesiva se aumenta considerablemente el riesgo de sufrir ciertos problemas de salud.
Una buena estrategia es utilizar un reemplazo, como en el caso del azúcar, que se puede reemplazar por alimentos saludables como la miel. En el caso de la sal, se puede reducir su consumo de manera gradual, permitiendo que el paladar se adapte al cambio.
Fuentes:
- https://www.webmd.com/diet/what-is-a-balanced-diet
- https://www.nhs.uk/live-well/eat-well/how-to-eat-a-balanced-diet/eating-a-balanced-diet/
- https://www.healthline.com/health/balanced-diet
- https://www.emro.who.int/noncommunicable-diseases/causes/unhealthy-diets.html
- https://www.who.int/initiatives/behealthy/healthy-diet
- https://www.nhs.uk/live-well/eat-well/5-a-day/why-5-a-day/
- https://www.goodrx.com/well-being/diet-nutrition/ideal-lean-protein-for-a-balanced-diet
- https://www.helpguide.org/articles/healthy-eating/choosing-healthy-fats.htm