Intolerancia al alcohol: ¿qué es y cuál es su impacto sobre el organismo?

¿Qué es la intolerancia al alcohol?

La intolerancia al alcohol es una condición en la cual el cuerpo es incapaz de metabolizar el alcohol debido a diferentes causas. Según la Cleveland Clinic, suele estar vinculado a factores genéticos, por lo que es muy probable que este trastorno se haya heredado de padres a hijos.

Las personas que tienen intolerancia al alcohol experimentan una serie de efectos negativos, incluso cuando consumen cantidades moderadas de esta sustancia. Estas reacciones pueden ser extremadamente molestas y, en algunos casos, pueden poner en peligro la vida de la persona si no se abordan adecuadamente. 

¿La alergia y la intolerancia al alcohol son lo mismo?

Aunque se suelen confundir, porque las dos condiciones generan efectos negativos muy parecidos, hay que señalar que alergia e intolerancia al alcohol no son lo mismo.

La intolerancia a esta sustancia, como ya mencionamos, se debe a la incapacidad del cuerpo de metabolizar y procesar el alcohol. Por otra parte, cuando hablamos de una alergia, nos referimos a la respuesta del sistema inmunológico a una o más ingredientes de las bebidas alcohólicas, como el gluten en la cerveza, los sulfitos en el vino o los granos en algunas bebidas destiladas. 

Síntomas de la intolerancia al alcohol

Los síntomas de la intolerancia al alcohol son diversos y pueden manifestarse de diferentes maneras en personas afectadas. Estos síntomas pueden incluir desde reacciones leves, como enrojecimiento facial, náuseas o dolor de cabeza, hasta reacciones más graves como taquicardia, dificultad para respirar, y en casos extremos, arritmias cardíacas.

La intolerancia al alcohol puede tener consecuencias muy negativas para la salud. Además de los efectos inmediatos, como malestar físico, dolor o incomodidad, la intolerancia al alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo, como enfermedades hepáticas o cardiovasculares.

Enrojecimiento facial

Uno de los síntomas más comunes de la intolerancia al alcohol, según resalta Mayo Clinic, es el enrojecimiento de la cara. Esto sucede por la acumulación de acetaldehído en el cuerpo.

Hay que tener presente que las personas que sufren de esta condición tienen deficiencias enzimáticas y no cuentan con las enzimas alcohol deshidrogenasa (ADH) y aldehído deshidrogenasa 2 (ALDH2), que se encargan de metabolizar el etanol y convertirlo acetaldehído y luego en ácido acético.

La acumulación de acetaldehído desencadena una serie de respuestas fisiológicas, incluido el ensanchamiento de los vasos sanguíneos en la piel del rostro, que es lo que provoca el enrojecimiento.  

Náuseas y vómito

El enrojecimiento facial no es la única respuesta fisiológica del cuerpo cuando se tiene intolerancia al alcohol, ya que en muchos casos, también se presentan náuseas y vómito.

No se trata de las náuseas y el vómito que acompañan a la resaca y que se generan por la acumulación de toxinas en el sistema gastrointestinal, sino a la incapacidad del cuerpo de metabolizar el alcohol y descomponerlo en sustancias menos tóxicas.

El acetaldehído, del que ya hablamos antes, es una sustancia tóxica que puede irritar el revestimiento del estómago y el tracto gastrointestinal, lo que desencadena una respuesta de protección del cuerpo para eliminar las toxinas.

Dolor de cabeza

Otro de los síntomas de la intolerancia al alcohol es el dolor de cabeza, que en algunas ocasiones puede ser muy fuerte y convertirse en migraña. Cabe destacar que más allá del acetaldehído, que es una presencia sumamente tóxica, el consumo de alcohol puede desencadenar reacciones inflamatorias en el cuerpo, lo que contribuye a la aparición de los dolores de cabeza.

Incluso quienes no tienen intolerancia al alcohol pueden experimentar este síntoma. De manera general, podemos decir que los síntomas de la intolerancia al alcohol son muy parecidos a los de tener una resaca, con la diferencia de que aparecen a pesar de que se haya consumido una cantidad mínima de esta sustancia.

Nuestro artículo sobre la dependencia al alcohol puede ayudar a aquellas personas que se ven envueltas en esta problemática sin tener intolerancia al mismo.

Dolores musculares

Por último, aunque existen muchos más síntomas vinculados a la intolerancia al alcohol, hablamos de los dolores musculares. Las sustancias tóxicas que se acumulan en el cuerpo por falta de las enzimas que metabolizan el alcohol pueden causar inflamación y daño celular en los tejidos musculares, lo que puede provocar sensaciones de dolor y malestar.

A esto se le suma que el alcohol deshidrata el cuerpo y que, en algunos casos, dependiendo de su nivel de consumo, los efectos del alcohol pueden derivar en condiciones muy complejas como las miopatías.

¿Por qué algunas personas tienen intolerancia al alcohol?

La principal causa por la que las personas pueden tener intolerancia al alcohol es genética. Tal como mencionamos al principio del artículo, la falta de las enzimas que se encargan de metabolizar el alcohol es lo que genera la intolerancia, y esto se debe a factores genéticos hereditarios.

La intolerancia al alcohol es más prevalente en personas de ascendencia asiática, específicamente en poblaciones de Asia oriental como los japoneses, chinos y coreanos. De hecho, según un artículo de investigación publicado en la Wiley Online Library, entre el 30 y el 45 % de las personas de estos países sufren de este trastorno.

Esto no quiere decir que no sea un problema en otros países, solo que es más común en algunas regiones de Asia. 

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la intolerancia al alcohol no solo tienen que ver con la genética, sino que se extienden al estilo de vida y a la presencia de ciertas condiciones médicas. Mayo Clinic habla sobre esto y resalta algunos de ellos:

• Ser descendiente de padres asiáticos: tal como señalamos en el punto anterior, los japoneses, chinos y coreanos tienen una predisposición genética que los hace intolerantes al alcohol.
• Tener asma: las personas con esta afección pueden ser más propensas a experimentar reacciones adversas después de consumir alcohol, ya que tienen una mayor sensibilidad alérgica.
• Ser alérgico a ciertos alimentos: estas personas pueden ser más propensos a experimentar reacciones adversas después de consumir alcohol, como el gluten, por ejemplo.

Estos no son los únicos factores de riesgo que se deben tener en cuenta, pero sí son algunos de los más importantes. 

¿Qué complicaciones puede generar la intolerancia al alcohol?

La intolerancia al alcohol puede generar una serie de complicaciones tanto a corto como a largo plazo que afectan la salud física de las personas. No hablamos solo de los síntomas como el enrojecimiento facial, las náuseas, el vómito y el dolor de cabeza, sino de complicaciones de salud más graves.

Recordemos que el acetaldehído es un subproducto tóxico del metabolismo del alcohol, que según el Centers for Disease Control and Prevention, puede causar cáncer. Cuanto más se esté expuesto a esta sustancia, que no pueden metabolizar las personas con intolerancia al alcohol, mayor es el riesgo de sufrir de algún tipo de cáncer.

Aunque muy pocas personas tienen poco conocimiento sobre el tema, el consumo de alcohol está vinculado a al menos seis tipos de cáncer, dentro de los que se encuentran el cáncer de boca y garganta, esófago, hígado, colon y recto. 

¿Existe alguna forma de prevenir la intolerancia al alcohol?

Por tratarse de una condición hereditaria que tiene que ver con la genética, no hay manera de prevenir la intolerancia al alcohol. Es decir, se trata de un trastorno que no tiene cura, y que no se puede solucionar con ningún tipo de medicamento o terapia.

Lo mejor que pueden hacer las personas que tienen intolerancia al alcohol es evitar su consumo. Es importante tener presente que esta sustancia, más allá del tema de la intolerancia y las alergias, es perjudicial para la salud y tiene un número muy amplio de consecuencias físicas, mentales y emocionales.

Existen muchas alternativas saludables para socializar y disfrutar, por lo que el consumo de alcohol no es algo indispensable.  

¿Cuándo es necesario acudir a un médico?

Si una persona experimenta síntomas graves o persistentes después de consumir alcohol, es crucial buscar atención médica de inmediato. La intervención médica es fundamental para evaluar la situación, proporcionar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones graves.

De igual manera, las personas que sospechan que tienen intolerancia al alcohol pueden realizarse pruebas para confirmar o descartar la condición. Estas pruebas suelen implicar una evaluación médica exhaustiva, que puede incluir análisis de sangre para detectar posibles anomalías en los niveles de enzimas hepáticas o marcadores de alergias alimentarias.